La pieza presenta un lienzo pintado en un estilo que combina audacia con elegancia. El marco de la obra está hecho de madera de abeto chino, acabado en un tono plateado, que resalta el diseño central. En el lienzo, se despliega una obra que fusiona líneas limpias y una estética minimalista, destacando el uso de elementos neutros con un fuerte contraste de colores vibrantes.
El fondo es una mezcla profunda de azul marino con empaste intenso, salpicado con reflejos de azul cobalto que añaden un brillo sutil y sofisticado. Los trazos de pintura dorada metálica se entrelazan en un patrón giratorio, con textura 3D que simula una flor abstracta o incluso un banco de peces en movimiento. Estos detalles dorados otorgan dinamismo y profundidad al conjunto, evocando un sentido de fluidez en la pieza.
La decoración de la pared está dominada por la mezcla de azul y dorado, creando una atmósfera envolvente que, al mismo tiempo, mantiene la simplicidad y serenidad propia del estilo minimalista. Esta obra se convierte en una pieza destacada en cualquier espacio, transformando el entorno con su energía tranquila y su complejidad visual.